Una tendencia: Maker Movement

El ser humano desde sus orígenes tuvo la necesidad de hacer cosas para sobrevivir, como herramientas para cortar, raspar, cazar, cocinar, entre otras. En la actualidad, esta necesidad ha dado pie a inventar y producir objetos que apoyan la realización de diversas tareas, razón por la cual la relación de la sociedad con la tecnología ha dado pauta a las innovaciones tecnológicas. Sin embargo, estas ya no solo se crean en grandes compañías, actualmente en casa podemos contar con algún tipo de herramienta y/o software para llevar a cabo un proyecto o idea.

Debido a esto, ha surgido una tendencia que apoya y aporta su filosofía en cuanto a aprender a través de la experiencia, y aunque su estandarte es Hazlo tú mismo (DIY: Do It Yourself), promueve el trabajo colaborativo, donde se ven inmersos el aprendizaje individual y en equipo. Asimismo, la producción de conocimiento en comunidad permite eliminar el individualismo, es decir, invita a crear, desarrollar y fabricar nuevos productos con el apoyo e intervención de otras personas que ayuden a desarrollar la idea, esto en pro del objetivo Hazlo con otros (DIWO: Do It With Others), por ejemplo la realización del nuevo proyecto o reutilización y mejoramiento de una aplicación, una herramienta, etc.

Esta tendencia llamada, Maker Movement, empodera a las personas a través de la innovación y el conocimiento abierto, de modo que los participantes tengan la posibilidad de recrear productos y hacer realidad sus ideas sin necesitar apoyo de grandes inversiones económicas, debido a que todos son innovadores y todos comparten qué, cómo y por qué crean.

En relación a esto, existen espacios compartidos en los que se genera el trabajo colaborativo. Algunas de las plataformas en las que se realiza son SÍaEducación y Schoology, entre otras, donde la idea y/o producción (de algún recurso o aplicaciones) y el hecho de compartirlo ayuda a otros en su quehacer diario.

Para ser un maker, Santiago Arango (2017) nos comparte algunas características:

• Crear: es el principio fundamental, aquí se ven inmersas las acciones y el trabajo en equipo para llevar a cabo el proyecto o idea. 

• Aprender: la renovación y adquisición de conocimientos es fundamental para crear. Sobre lo aprendido se debe trabajar y experimentar.

• Compartir: “Dos cabezas piensan mejor que una y cuatro manos trabajan mejor que dos”. La construcción del conocimiento, realizado de forma colaborativa, adquiere sentido cuando es intervenido, alimentado, modificado y replicado por otros.

• Llenar la caja de herramientas: en ocasiones para crear se requiere, además de acceder a las herramientas adecuadas, crearlas y compartirlas para que puedan ser utilizadas por alguien más en otros proyectos.

• Jugar: el juego es el principal detonante de la innovación, que te permite disfrutar, crear y trabajar en equipo.

• Participar y apoyar: la tecnología no es lo más importante en este movimiento, ya que el trabajo en equipo no solo se realiza de forma digital, es importante el encuentro en espacios de conferencias o eventos para integrarse, escuchar, compartir información y mostrar los proyectos.

• Cambiar: la base que sustenta este movimiento es el cambio, el cual radica principalmente en cambiar la mentalidad; se trata de focalizarla hacia el trabajo en equipo y entender que las ideas pueden crecer más cuando se comparten y desarrollan en comunidad.

Como pudimos ver, esta tendencia mundial empodera a las personas a través de la innovación y el conocimiento. Si eres innovador y te gustaría conocer más acerca de este movimiento y compartir tus proyectos, consulta los siguientes sitios: